- Miguel
- Jul 2, 2024
- Cálculo de estructuras, Estructuras de hormigón, Ferralla, Forjados, Prefabricados, Sin categoría
- 0 Comments
Las ventajas del hormigón en la construcción son muchísimas y vamos a analizarlas en estas obras faraónicas de hormigón en Cantabria que han resultado ser auténticos iconos del desarrollo socioeconómico de la región y del país entero.
Estructuras de hormigón en Cantabria que resultan espectaculares: Cabárceno
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno está situado en la sierra del macizo de Peña Cabarga y alberga a más de 120 especies animales provenientes de todo el mundo. Este parque ofrece amplios recintos diseñados para reproducir un hábitat natural, permitiendo a los visitantes observar a los animales sin afectar su libertad.
Este parque se debe a la iniciativa del entonces presidente de la comunidad autónoma, Juan Hormaechea Cazón, y se creó a partir de la restauración de una antigua mina de hierro a cielo abierto que data de la época romana. Esta explotación se mantuvo activa hasta tiempos recientes, y sus estructuras más modernas todavía son visibles en el lugar. El parque no solo se dedica a la exhibición de animales, sino que también se enfoca en la investigación, conservación, recuperación de especies, y educación ambiental. Su concepto innovador lo convierte en un espacio único que se diferencia de un zoológico tradicional. A diferencia de los zoológicos urbanos, los animales en Cabárceno viven en amplios espacios en semilibertad, en un entorno que intenta replicar su hábitat natural, con la excepción de la alimentación, que se les proporciona.
La principal diferencia con un zoológico urbano es que Cabárceno es un parque temático pensado para los animales, no tanto para los turistas. Esto significa que la prioridad es cuidar de las especies en peligro que llegan a nuestras instalaciones y sólo después nos adaptamos a las necesidades de las miles de personas que nos visitan atraídas por la naturaleza, pero son circunstancias que vienen relacionadas: los visitantes quieren venir a Cabárceno, precisamente, por este bienestar animal del que gozan aquí las especies.
Una obra faraónica que fue el sueño de un político que amaba a los animales
El caso de Juan Hormaechea tal vez sea único en cuanto a un político que por donde quiera que pasó hizo un zoológico: siendo alcalde de Santander, inauguró el Zoológico de la Magdalena, aunque esto no era más que el aperitivo de lo que estaría por venir cuando hiciera realidad su visión más exitosa: el Parque de la Naturaleza de Cabárceno.
Fundado en 1989, tras la restauración de la antigua mina a cielo abierto, el parque ocupa una superficie de 750 hectáreas en la localidad de Cabárceno. Los caminos, túneles y vías de la explotación minera fueron adaptados para permitir la circulación de vehículos dentro del parque. Los visitantes pueden recorrer los distintos recintos en coche o autobús, con puntos de estacionamiento a lo largo del recorrido que facilitan bajarse y acercarse a pie para observar a los animales. Las estructuras necesarias para albergar los animales y permitir el tránsito de masas enormes de turistas y visitantes son impresionantes y se han completado con un teleférico que cruza el parque entero.
Una de las incorporaciones más recientes al Parque de la Naturaleza de Cabárceno es una telecabina que recorre gran parte del zoológico. Inaugurada en 2016, ofrece a los visitantes una vista panorámica del parque desde una perspectiva aérea, cubriendo aproximadamente el 70% del área en dos trayectos distintos. Las cabinas, situadas a unos 15 metros sobre el suelo, atraviesan los recintos de los animales. Este teleférico, sostenido por 35 pilonas, cuenta con 60 cabinas que giran alrededor de cuatro estaciones, donde los visitantes pueden subir o bajar. El recorrido completo, que abarca seis kilómetros, dura entre 30 y 50 minutos. Debido a sus dimensiones y características, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno se ha consolidado como uno de los zoológicos más importantes de España y uno de los más visitados, recibiendo más de 600 mil visitantes en el año 2022. Actualmente, Cabárceno es la instalación más destacada de todas las gestionadas por la polémica empresa pública Cantur, siendo uno de los principales motores turísticos de la comunidad autónoma de Cantabria.
La versatilidad y adaptabilidad del hormigón en Cantabria, en este parque de la naturaleza, es manifiesta. El hormigón se destaca por su increíble versatilidad y adaptabilidad, lo que lo convierte en un material ideal para una amplia variedad de aplicaciones en la construcción. Puede ser moldeado en casi cualquier forma y tamaño, permitiendo la creación de estructuras únicas y complejas, desde puentes y edificios altos hasta túneles y pavimentos. Esta capacidad de adaptación lo hace especialmente valioso para proyectos arquitectónicos innovadores y para satisfacer las necesidades específicas de cada obra. Además, se puede ajustar su composición para mejorar características como la resistencia, durabilidad o tiempo de fraguado, lo que proporciona a los ingenieros y arquitectos una flexibilidad considerable en el diseño y la construcción.
Uno de los más monumentales edificios de hormigón en Cantabria
El Palacio de Festivales de Cantabria (PFC) es un teatro icónico de hormigón en Cantabria ubicado en la ciudad de Santander. Situado frente a la bahía de esta ciudad, sus extensas instalaciones y avanzada infraestructura técnica también facilitan la realización de congresos, reuniones y convenciones de cualquier índole. Con una orientación multidisciplinaria (teatro, cine, música, danza), este centro cultural proporciona una programación artística constante a lo largo del año, atrayendo figuras destacadas tanto del ámbito nacional como internacional. Los principales materiales utilizados en su construcción, en el interior, son el mármol y el cobre, aunque la estructura principal sea de hormigón. La entrada principal del edificio se inspira en los teatros de la antigua Grecia, mientras que su interior sobresale por su excelente acústica.
El Palacio de Festivales se ha consolidado como un símbolo arquitectónico y cultural del Santander del siglo XX. Desde 1952, la Plaza Porticada fue utilizada provisionalmente para albergar el Festival Internacional de Santander (FIS). No fue hasta 1990 cuando se completó el Palacio de Festivales, diseñado por el arquitecto navarro Francisco Javier Sáenz de Oiza, para acoger permanentemente el festival estival que antes se celebraba en la Plaza Porticada. Además, durante todo el año, el Palacio acoge una variedad de espectáculos artísticos, así como actividades educativas y pedagógicas.
El Palacio de Festivales dispone de tres salas principales
- Sala Argenta: Es la mayor, con una capacidad para 1,670 personas. Cuenta con un escenario de más de 500 m², además de múltiples camerinos.
- Sala Pereda: Ofrece espacio para 570 personas.
- Sala María Blanchard: Tiene una capacidad para 120 personas y está inspirada en un anfiteatro griego.
Un edificio controvertido desde el principio, el Palacio de Festivales destaca como una de las más grandes moles de hormigón en Cantabria. Desde su inauguración, el edificio ha estado envuelto en polémica debido a su sobrecoste final, en gran parte por la calidad del mármol, su monumental tamaño, la falta de luz natural en el interior, los controvertidos accesos al patio de butacas por debajo del escenario, y el escaso espacio entre filas de asientos que obligó a modificar su disposición dos semanas antes de la apertura. Tampoco fue especialmente alabado por muchos el diseño, que para muchos se parece demasiado a una mesa invertida. La verdad es que la propia figura del alcalde y luego presidente regional, Juan de Hormaechea, era bastante polémica de por sí.
Una de las características distintivas del diseño de Sáenz de Oiza es el enorme trapecio acristalado en la fachada principal, que permite a los espectadores en la platea contemplar la bahía de Santander. Sin embargo, esta particularidad se ha utilizado en contadas ocasiones debido a los problemas asociados con la apertura de la fachada acristalada.
El Centro Botín es un centro de arte situado en Santander (Cantabria, España), bajo la gestión de la Fundación Botín. Ubicado estratégicamente frente a la bahía de Santander y cercano al casco antiguo de la ciudad, su propósito es impulsar el desarrollo económico, social y cultural de la comunidad.
El edificio fue concebido por los arquitectos Renzo Piano y Luis Vidal, con el proyecto iniciándose en 2012 y siendo inaugurado el 23 de junio de 2017.
La durabilidad y longevidad del hormigón lo hacen idóneo para obras que se planifican para durar por siempre, debido a su costo y ambiciosas perspectivas. En efecto, uno de los atributos más destacados del hormigón es su durabilidad y longevidad. Este material puede resistir condiciones ambientales adversas, como cambios extremos de temperatura, humedad y exposición a sustancias químicas, lo que lo hace adecuado para una amplia gama de entornos. La durabilidad del hormigón reduce la necesidad de mantenimiento y reparaciones frecuentes, lo que se traduce en menores costos a lo largo de la vida útil de la estructura. Esta característica es crucial para infraestructuras públicas como puentes, carreteras y edificios, donde la fiabilidad y la vida útil prolongada son esenciales para la seguridad y el funcionamiento continuo.
La fusión de cristal y hormigón en Cantabria en el Centro Botín
El centro artístico fue diseñado por Renzo Piano, arquitecto galardonado con el Premio Pritzker. La Fundación Botín, una fundación privada establecida en 1964 por Marcelino Botín Sanz de Sautuola y su esposa, María del Carmen Yllera Camino, promovió este proyecto. La misión de la fundación es contribuir al desarrollo integral de la sociedad, explorando nuevas formas de identificar el talento creativo y apoyándolo para generar riqueza cultural, social y económica.
El Centro Botín ejecuta un programa relacionado con las bellas artes, un ámbito en el que la Fundación ha trabajado durante décadas. Además, es un espacio innovador para investigar las conexiones entre las artes, las emociones y la creatividad, sirviendo como un punto de encuentro internacional para académicos y especialistas en este campo. Asimismo, la Fundación implementa en el centro un programa educativo innovador, creado en colaboración con la Universidad de Yale, que incluye talleres, seminarios, cursos y actividades formativas para niños, jóvenes y adultos, con el objetivo de fomentar la creatividad en la población. Mediante estas actividades culturales y educativas, la Fundación Botín busca enriquecer la vida cultural de Santander y Cantabria, así como posicionar a la ciudad en los circuitos internacionales de arte y turismo cultural. El coste de la instalación, según Emilio Botín, expresidente de la Fundación Botín, ascendió a 77 millones de euros, aunque otras fuentes elevan la cifra a 100 millones de euros. En 2013, la Fundación había comprometido un presupuesto anual de 12,5 millones de euros para el mantenimiento y desarrollo de las actividades en el Centro Botín.
Volúmenes de hormigón, acero y cristal que se vuelcan sobre la Bahía
El edificio, diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano, galardonado con el premio Pritzker en 1998, está compuesto por dos volúmenes de tamaños distintos apoyados sobre columnas y parcialmente suspendidos sobre el mar. Está organizado en dos secciones unidas por una estructura que actúa como distribuidor principal, conectando espacios y pasarelas. El volumen oeste está dedicado al arte, con dos salas de exposiciones que suman 2.500 m²; en la planta baja, con cristaleras, se ubican áreas comerciales y de restauración. El volumen este, más pequeño, se destina a actividades educativas, cuenta con una amplia terraza con vistas a la bahía de Santander y una plaza cubierta de 950 m² en la planta baja.
Con el propósito de devolver a la ciudad la zona del muelle ocupada en la planta baja, se diseñaron una serie de pasarelas en los niveles superiores. En el primer nivel, estas pasarelas están situadas a una altura de 7 metros y se proyectan en voladizo sobre el mar, conectando el espacio vacío en la intersección de los dos volúmenes y permitiendo a los visitantes disfrutar de la vista de la bahía. Este espacio urbano es uno de los elementos más distintivos del Centro, organizando el acceso a ambos edificios mediante conexiones que incluyen la escalera principal, escaleras secundarias y ascensores, junto con pasarelas que se extienden sobre la bahía. Es un espacio público al aire libre que sirve como un punto de encuentro.
En los dos volúmenes del edificio se destacan la luz y la ligereza, elementos clave en su diseño. La luz solar y el reflejo del agua se capturan en su fachada cerámica, compuesta por 280.000 piezas discoidales que se ajustan a la geometría del edificio. La estructura se sustenta sobre pilares y columnas, formando un voladizo sobre la bahía de Santander y los antiguos muelles de Albareda y Maura, respetando la altura de las copas de los árboles de los Jardines de Pereda.
Un gran anfiteatro de hormigón en Santander para atender eventos
El anfiteatro se utiliza para actividades culturales y formativas que desarrolla el centro. La gran pantalla situada en la fachada del edificio proyecta ciclos de cine al aire libre, lo que llama la atención de propios y extraños.
El proyecto arquitectónico buscó integrar el entorno marino y la ciudad, eliminando barreras viales mediante construcciones subterráneas y de superficie, en línea con iniciativas similares como el Science Center Nemo en Ámsterdam (otro proyecto del estudio de Renzo Piano). Los límites duros de una de las principales avenidas de la ciudad fueron eliminados al ser soterrada, proyectando el edificio hacia la bahía y logrando una notable armonización de la geometría del edificio con el paisaje. Renzo Piano puso en valor los espacios públicos circundantes tanto como la estructura misma. Las plazas al norte y oeste se destacan como áreas de relajación y disfrute, ofreciendo jardines y vistas a la bahía. El anfiteatro en la plaza occidental, con una pantalla en la fachada para proyecciones al aire libre, se destaca como un espacio cultural al aire libre, permitiendo observar las actividades internas del Centro Botín desde este escenario.
El hormigón también ofrece ventajas significativas en términos de sostenibilidad y eficiencia energética. Se puede producir localmente utilizando materiales disponibles en la región, lo que reduce los costos de transporte y las emisiones asociadas. Además, su capacidad para retener y liberar calor lentamente ayuda a mejorar la eficiencia energética de los edificios, contribuyendo a la reducción del consumo de energía para calefacción y refrigeración. Al final de su vida útil, el hormigón puede ser reciclado, reduciendo la necesidad de nuevos materiales y minimizando el impacto ambiental. Este ciclo de vida sostenible hace del hormigón una opción responsable desde el punto de vista ecológico para la construcción.
El Palacio de los Deportes es otro imponente edificio de hormigón en Cantabria
Y muy original, hasta el punto de ser conocido como la Ballena o el Mejillón, por su atrevida forma. El Palacio de Deportes de Santander, situado en la zona de El Sardinero en la comunidad autónoma de Cantabria (España), es un destacado recinto deportivo inaugurado el 31 de mayo de 2003. El edificio, diseñado por los arquitectos Julián Franco y José Manuel Palao, se encuentra junto a otras importantes infraestructuras culturales y deportivas, como el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander y los Campos de Sport de El Sardinero, el estadio de fútbol del Real Racing Club de Santander. Por su distintiva forma, es comúnmente conocido como «la ballena» o «el mejillón» por la gente de la ciudad, que no se acostumbra del todo a ver semejante molusco acostado junto al estadio local.
Este recinto de diseño vanguardista tiene capacidad para albergar a 10,000 personas en grandes eventos, con 6,000 asientos disponibles. Actualmente, el primer equipo de Cantbasket 04 Santander, que compite en la Liga EBA de baloncesto, juega sus partidos oficiales en el Palacio de Deportes. Anteriormente, ha sido la sede del Estela Cantabria (desde 2008 hasta febrero de 2020, después trasladado a Torrelavega), Lobos Cantabria (desde 2004 hasta su desaparición en 2009), y el club de balonmano Teka Cantabria (que jugó sus últimos partidos oficiales aquí antes de su desaparición en 2008, después de utilizar el Pabellón Exterior de La Albericia). Además de eventos deportivos, el Palacio de Deportes acoge numerosos conciertos organizados por el Ayuntamiento de Santander, entre otras actividades y celebraciones.
Una de las más grandes estructuras de hormigón en Cantabria
El edificio cuenta con una estructura de hormigón y una cubierta metálica formada por 400 láminas de acero inoxidable de diferentes tamaños. Aproximadamente un tercio de los graderíos, de planta circular, son retráctiles, mientras que el resto se compone de elementos prefabricados de hormigón unidos a vigas de hormigón coladas in situ.
Desde su apertura en 2003, el Palacio de Deportes ha sido sede de diversos eventos deportivos nacionales e internacionales, como la fase final de la Copa del Rey de Balonmano (2023 y 2003), el Mundial Junior de Bádminton de Santander (2022), la Supercopa de España de la Liga ASOBAL (2018), el Torneo Internacional «Ruta Ñ» con la Selección Española de Baloncesto liderada por Pau Gasol (2015), y etapas del circuito World Padel Tour (2017, 2019, 2021 y 2022). Además, ha acogido la Semana Bolística organizada por la Federación Española de Bolos, partidos amistosos de la Selección Española Absoluta de Balonmano, Fútbol Sala y Baloncesto, el circuito Trial Indoor (2007 y 2008), y espectáculos deportivos como los Harlem Globetrotters.
Desde su inauguración, el Palacio de Deportes ha sido escenario de multitud de conciertos, incluyendo el notable concierto de Bruce Springsteen en 2006. También ha albergado eventos organizados por el Banco Santander y graduaciones de CESINE Business School, entre otros. El Palacio de Deportes es uno de los centros deportivos más importantes de Santander junto con el Complejo Deportivo de La Albericia (Instituto Municipal de Deportes), el Centro de Alto Rendimiento de Vela, el Puerto Deportivo de Puertochico, el Campo de Golf de Mataleñas y otros. Además, alberga el Museo del Deporte de Cantabria.
El hormigón es conocido por su capacidad para soportar altas cargas y fuerzas, lo que lo hace indispensable para la construcción de estructuras que requieren una alta resistencia, como rascacielos, puentes y presas. Su resistencia a la compresión es particularmente notable, permitiendo que las estructuras de hormigón soporten grandes pesos y tensiones sin deformarse. Además, cuando se refuerza con acero, se mejora su capacidad para resistir fuerzas de tracción y flexión, haciendo del hormigón armado un material aún más robusto y confiable para las necesidades estructurales más exigentes.
Estructuras de hormigón en Cantabria para parques
Junto al Palacio se encuentra el Parque Atlántico de Las Llamas, también de diseño vanguardista y muy atrevido, que abrió al público el 11 de mayo de 2007. Uno de los parques más alabados del país por su originalidad, extensión y diseño maravilloso, comprende muchas estructuras de hormigón muy vistosas y prácticas. Ideales para recibir aquí a grandes multitudes de visitantes.
Otra ventaja clave del hormigón es su bajo requerimiento de mantenimiento en comparación con otros materiales de construcción. Una vez que se ha colocado y curado adecuadamente, como es bien sabido, el hormigón no requiere tratamientos especiales o frecuentes inspecciones. Su resistencia natural a la humedad, el fuego y el deterioro hace que las estructuras de hormigón conserven su integridad y apariencia durante largos períodos sin necesidad de intervención, por lo que es ideal para obras públicas que luego no pueden ser rentables por definición, como es el caso de los parques. Esto no sólo reduce los costos a lo largo de la vida de la estructura, sino que también disminuye la necesidad de recursos y mano de obra para mantenimiento, haciendo del hormigón una opción económica y eficiente a largo plazo.